viernes, 3 de abril de 2015

¿Te echo un cable?

Existe un fenómeno conocido como “la maldición del cable”. Y me refiero a que da igual cuanto tiempo emplees en enrollar un cable y en dejarlo bien recogidito, que cuando lo necesites estará hecho un lío de padre y muy señor mío. Y eso es tan verdad como que el cielo es azul o la hierba verde.
A este fenómeno le tenéis que añadir que soy desordenada por naturaleza, así que imaginad mi problema. La solución vino de golpe mirando un trozo de tela.



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